Rapto tu figura
ardiendo en la leña
que el humo disipaba
en su entrada de ventana/
Tiño tus colores de sombrío
agosto
donde la lluvia descargaba
su pesadumbre/
Me inclino a tus ojos de
cielo
para besar las nubes en
secreto/
¡Paloma mia nocturna!
Escucho el tronar de tus
alas
en tu silbido de existencia/
Ciego vuelo
en dos copas plenas que
regresan
a mis párpados con
respuesta/
Al rescate armo mis venas
y llevo tu indicio de alma
liberada/
Me basta una pequeña mueca
tuya
para conquistar mi mirada...
Acercas tu boca de gloria
y al bajar mis hombros
a tus pechos de hembra,
los labios de alborozo.
andan al roce tus areolas
alunadas,
me deleito en sus mínimos
huecos,
en liturgia poso una perla
en tus cerezos
y los rodeo con la forma del
Rosario/
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