Un estupor de risueñas lagrimas te recorrió el
alma.
Se pinto en
tu rostro el gesto de la espera.
Tu pudor se
mezclo en ardientes sabanas .
La miel de
tus ojos clamo ternuras y fundió silencios,
al compás de un gemir, dormido y aletargado.
El
bostezo de mis manos regodeándose
por tu
universo de cintura.
Hospito
albergue fueron tus senos de mujer.
que ya no
dormía aletargada.
Al roce de
tus labios se baño mi alma en sudor
embravecido.
Tu risa en
calma grabo en mi corazón.
Con sublime
alegría mire tú cara al sol del cemento
y
sentí tu
momento.
¡ Volver a ser mujer ¡
Cálida
pócima fue tu entrepierna
cuando en
lenguaje abierto se rompió, tu pecho mojo mi rostro y
tus labios
enjugaron mi espíritu de hombre.
En éxtasis
vibraste deshaciendo lo impronunciable,
al clavarse
un madero en tu manso lago húmedo.
En gestos de
piruetas jugabas por el lecho ,el placer
aguardaba.
El portal
del cielo se abrió, y como Venus inspirada
rasgaste
melodías de laúd.
Al compás
vivaz de primavera, araño tus entrañas al
Volver a ser
mujer.
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