Somos peatones/
Menos que peatones.
Pasajeros de vidas veloces,
obligado peaje de rigor/
Menos que pies de huesos
en una metrópolis infartada
de corazón/
Lo mobiliario guardó su
valor/
Lo humano evaluó su moneda
sin que sepa Dios su tasación/
Glamour de cristal,
nada de verdad real.
No hay huellas del tango/
Ni voces del folclore/
La vida establece sus
valores,
lo fetiche reparte
las barajas de superstición/
El tarot ordena la
repartición
y baraja la estrategia
en una mesa borracha/
La pared archiva el curioso
ojo de la ventana/
El sueño perdió su unicornio
apostando a la ruleta su
ultimo sueño/
La muerte está Viva
en la presencia funesta del
alcohol,
diluida en confuso esterol/
Somos hijos paralíticos
del pálido asfalto y
su fervor de hierro
trepanante/
Patrimonio de una química
testosterona/
Alucinógena gónada de
pantalla/
Esclavos sumisos a la luz de
catálogo/
Groupiers de una Rusa ruleta
cargada/
Bips/ Crumps/Chips/ Chapalotes/
Vida de fantoches/
Piedras y fuentes de aguas
inertes,
danzan sin sentido de comuna
su operado vientre/
¿Donde andará la verdad.
naufragando cristales de
fotones?
¡Como saber de la
lluvia
sin mojar los pies
de barro!
Menos que huellas fantasmas/
Espectros peatones de velo
negro/
Menos que las penas
de
las hojas caídas del otoño/
Muebles de anticuario
tapados de trapo/
Aún el fango de la calle
extraña el Buenos de los
Aires.
Los pulmones de bofe
respiran muertos alientos
sobrantes.
El ultimo tango se tocó en
Paris
y creció la confusión
de un Marlon tocando el
bandoneón/
Citadino cielo de cristal/
Elaborados Rascacielos/
Lumbres de avenida sin
destino
donde los corazones apagan
sus banderas/
El 60 confundió su colmena
y las avispas picadores del
ultraje
armaron su riqueza de
andamiaje
del profundo sudor ajeno sin
quejas/
¡OH... Capochote...
Capochote!
Donde andará mi bote
que no hallo ni sus maromas/
Punitorios de besos
labiales/
Interés de usufructo/
Caricia abonada por mes/
Collage de patria desfigurada/
Dicotomía de lengua Filipa/
Sobran parias corazones
de patrias vendidas.
¿Como armar un mercado
que venda utopías?
Hijos invadidos del
oligopolio aristócrata/
Do-Don-Donde andaban
antiguos ancestros
cuando el servil arrimó
su beso de muerte
inconsciente/
Amor de crimen,
lejanía de tacto,
solo sabe del tétrico amor
suicida/
El pío fango no dobla sus
rodillas
ni lega la sabiduría del
barro.
Déspota invasión en los ojos
del mañana/
La calle añora los pelos
caídos/
Una blanca cabellera sabia/
Duros senos adolescentes
puros
que no oferten sus volúmenes
al mercado
de los dientes impúdicos
donde cotizan los valores de
los corazones
y las prematuras inocencias
corruptas/
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