Por las noches
suelo respirar un aire denso,
de oscuro silencio,
ella
habla por su negra boca.
de labios góticos
que me levantan en dos mitades/
Es un dibujo sin hora que
se desliza desde la tarde.
Atraviesa el espacio del tiempo
en esa esfera que me hechiza.
Trae resplandor de sombra en
la figura que brilla desde la arteria del fuego.
No se moldea esa forma en un minuto
ni se hace luz de la neblina.
Tiene aliento de fragancia a brisa,
de senda es la huella que me encuentra/
.
La mañana me haya engordado
de tantos frutos nocturnos
con que me ha alimentado.
Su boca cultiva cerezos
y sus manos son de
jazmín ensanchado/
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