¡ OH,
amor ¡
Difunde
en mi boca de lago ensanchada
tu amor
de primavera anunciado.
Que se
vayan los dolores del ultimo invierno
con su
larga cola inútil de espinas.
Abre
tus ojos sin tiempo
que aun
sin verlos los reconozco.
En la
multitud de los sueños viriles desechos y
en los
jardines de los harenes de Venus
Llévame
con tu mirada hasta la flor más salvaje y carnívora.
La
espuma mas dulce que recoge tu mano de paño,
que
abro mi pecho de horno y
exprimo
sus dolores de marioneta
buscando
en la noche tus párpados cerrados
Subasto
mis sueños al dolor organizado
apostando
al mundo de tu vida
Llévame
contigo a los mares dulces del destino
aun con
mis uñas de marchito y tinto
rasgando
la piedra y la sangre
del
ladrillo repentino de los díquenes.
Hazme
polvo y cenizo en tu lecho de planeta.
De
carne-lava, mineral y vidrio,
donde
la luz refleja sus ojos de espejismo...
Guárdame
mi llanto muerto inútil en tu vientre de reciclaje.
Enriquece
mis sombras con tus resplandores sonrientes y
atesora
mis pocos dones natos y los nulos aprendidos,
que en
el día cohabitante y
el
preciso instante culmine,
abriré
tus muslos del diamante derivado
y
nuestro siempre vivo estío amanecerá en nueve lunas
con los
gérmenes inyectados bajo un crepúsculo naranja.
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