lunes, 27 de enero de 2014

EL CIELO NOS MIRÓ

El cielo nos miró cuando
tocamos su horizonte de levita.
La luna duplicó su risa de plata
y de su esmaltado beso cobrizo
instaló su platino de cornisa redonda
en las estelas que trazan tus labios sin olvido/
El rayo centelleó la copa de los robles
donde anida el ronquido
de nuestros pájaros siameses amantes.

Nunca la noche había sentido sus temblores.
como cuando nuestros besos de balcones
exprimían su sudor de lealtad.

¡Amor!
Es ahora el rédito del tiempo ganado
y la conquista tras las múltiples batallas de derrota.
Hoy nuestro amor emerge su cabeza
de incansable alondra resucitada del lodo/
Los labios catan del laurel su sabor victorioso
como dos gemelas carrozas de alegre triunfo/

Vamos juntos mi amada infinita,
al retrato de la paz calma,
el pesado hierro  descubrió su velo en brecha de bruja/
La vida en simultáneo eco repite su palabra  oxigenada
y los secretos rumores del átomo aéreo
vagan nuestros oídos de caracolas y memoria/
Ya ahogamos el vientre del letal silencio
 cuando la voz de los gestos tronó su alerta
dejando en las aves del trino anochecido
el rondar festivo de pueblo musical,
tocando sin solemnidad
nuestro tributo de poblado caserío.



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