sábado, 27 de junio de 2015

LOS NIÑOS DEL TOPACIO



Los niños parias del topacio
tienen los pies en llaga adormecida,
de acumular frío en la educada agonía
que dibuja la pizarra del acrático.

El hambre es la voz muda del crujido,
en la migración del trigo son uña de espiga,
enjutos escombros que abruman  esta frustración dañina
donde cabe la solución sádica de brujos con cuchillo.

Carcomen la corteza del árbol rendido
y se nutren con savia infértil de madera.
Los agrupa el siniestro poder cretino
emparchando corazones en hilera adormecida.

En las miradas vacías del aire
oyen el paso anticipado de la ochava y
en pisos de piedra ateridos se adormecen.

Mezquindad de cuentagotas,
la sed es un rival de falso ámbar,
en el recinto de los avaros
precisan tanta agua para llenar las piscinas
del profano que solo turbias estancadas
impregnan su boca.

Hurgan avíos de huérfanos que no merecen
las pirotecnias que azotan meandros.
En este guerra ancestral de voces que claman
bajo el fuste demencial de tiranías y claustros

No les faltan misiles ni ojivas
cuando la burguesía aplasta el tablero,
los niños del topacio son sacrificables peones
que en las cuentas necias enrocan el juego del voto.
Ya no engordan los haberes mugrientos de veneno.
Enumeradnos títeres de manipulando y frágil destino,
en la rotación del planeta desfallecen
en cartones de cuna.
Se eclipsa la piel en esquina sucia
con hábito de ser hoja de nadie.

En el eco de aves con mundial trino
son la respuesta que requiere la pregunta/


Todos los derechos registrados en Safe Creative y Word Press Poetry

No hay comentarios:

Publicar un comentario