jueves, 13 de diciembre de 2018

TASACIONES


     

Un guante aprieta el gatillo
a la cabeza del alce que vuela
entre el metal y la esquirla,
el pastizal dejó huella,
con la boca abierta del saco
entran bacterias esterilizadas
junto a vidrios rotos de ventanas nocturnas
donde el forestal de frutos quedó vacuo.

El cobarde cañonazo en distancia
no es disparo de hambruna.
Grito de júbilo en la intemperie
proclaman las fauces egocéntricas,
ebúrneos dientes brillan en la espesura
del bosque que expulsa hedor
a moscas pútridas en su huida.

Pero el lobo de la bala
es buen anfitrión
de todo lo que cabe en su vitrina
de paredes condecoradas,
de cabezas bien conservadas
con ciencia taxidermista.
Luce medallón y negocia
después de huir con temor
fugitivo de árboles altos
amparado con la historia
que narrará sobre el cómodo asfalto,
en una cómoda sala de ilustres invitados
cuando taña el martillo de subasta

esos cuernos bien tasados.

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