Si cualquier sociedad confusa comisiona
las máscaras esfumadas del cínico
se entregan a ser sus títeres.
Si idolatran los diversos disfraces del cretino
pernoctarán en cajones de burocracia
y en extensas columnas sin cita
demacrarán sus esfínteres.
Si en negligencia sumisa aceptan la brutalidad
del tirano se suman al feroz inconsciente
de siniestros polvorines genocidas.
En este vórtice de encrucijada
se debate la augusta y divergente democracia.
Frías estadísticas negocian con marmórea
hipocresía
entre caros alcoholes el epígrafe de autocracia
suicida
cuando el misántropo vasallo su lacre estampa.
Toda sociedad dormida despierta al alba
con la crueldad en sus brazos
y descubre que su sombra es círculo aletargado,
inyectas morfinas navegan referéndum no
electos,
contingencias grotescas de tertulias vagas.
Toda sociedad cualificada atesora sus valores
acreditados
sin arrastrarse cual reptiles serpentarios.
En su dimensión hidalga repudian el cinturón
que ajusta el hambre
a conciencia manejan las herramientas del
plebiscito
sin conceder lugar donde impere el charco de
sangre
siempre eludible el rodar de cabezas por el
piso
porque los torvos no inquietan a los sólidos
habitantes.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a
publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro
de autores.
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