¿ Cual es la vara que alcanza tu
estatura ?
En que espacio caben tus pupilas de
mar verde,
con un iris de río negro
centelleando la ribera del sol y
cortejando la luz de la sombra.
El margen de tus pestañas de vuelo
abanicado, de noche estrellada, y
el arco de tus cejas de arco iris
tras la lluvia.
Enmarcadas como
la luna de un Guernica,
En el cuadro flexible del reloj
Daliniano
El encuadre de tus ojos acorta el
tiempo,
las agujas giran en danza loca y el
gigantesco reloj de péndulo
mira con envidia el momento lívido y
su brazo colgante engorda, en la
hoguera de la madera ardiendo.
En el dominio del reino de tu fuego.
Hasta el crepúsculo de tu cielo,
de sueño infinito trepado a los
montes, cae
en la ladera de tus párpados de
papel transparente
tu brillo de lámpara y tu lupa
iridiscente, y
cuando tu lado infante se estira
sobre la tarde y
derramas tus besos alegres en la
brisa
en la flexión encorvada de mi
corazón,
se hace resucitadle como el trueno,
y mis brazos de remero de goleta
van al abordaje de tu nave
inestable, y
mis manos al rescate de tu imperio
de carne y alma.
Me tapo la boca de la voz prohibida
Y trato a tus entrañas con la misma
ternura que a tu belleza.
Cuando de tu voz de río ruja la
palabra tierna del oculto deseo,
En alas del aire hacia ti irán mis
brazos.
Camino a tu pecho de savia nutriente
A ceñirte en un abrazo con la
cornisa de los labios
camino al delta del amor de homenaje
donde arden los deseos hasta las
cenizas
Y se inmolan las llamas de la altura
infinita.
En el balcón del cielo haremos el
amor como el relámpago,
con la paciencia y el tiempo eterno
de un reloj de arena tapado.
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