No se viste
de satenes con
influencia de moda
ni estrena blanca seda
de santa,
no prostituye su cartera
insinuando rojos labiales.
Se evade de la fiesta
de abismos violentos,
deja la pasión establecida
en el llanto del sepulcro.
Conserva su piel
donde estableció límites de
sus templos,
siente florecer el paso en su
cosecha
y en la gracia del silencio,
sin despedirse de la ventana,
huele nuevas fragancias
que la galardonan con su
mirada.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS
TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la
ley 11-723- registro de autores.Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro
de autores.
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