Como el mar
abraza en círculo el istmo de la tierra emergiendo como lengua.
Así mis manos
ciñen tu cintura, cintura de brazo mío, quemándome las palmas.
La luz
del sol te envuelve con su abrazo de llama y gira en hélice el destello
contra piedras y lunas. Rodando cae un racimo de viña magnética, hacia tus
ojos imantados,
de tu exterior
retornar doradas velas del crepúsculo.
Cuando
entra la noche salvaje hacia ti…¡Muda mi amor ¡
El telón se
aclara en ojos de Selene, caen uvas nutridas hacia tu boca argenta.
Al verte,
sucumbe la estrella melancólica, a tu imagen de creación viva y única
las flores
seducidas del cielo florecen bellas. Como invasora poderosa, caracola del mar,
cuento de
unicornio, penetras el camino de los campos del trigo
y la espiga
mansa se dobla con aliento de tu boca.
Suelta tu
flecha gloriosa con el arco de tus cejas oscuras y clávala,
con tu arco de
cazadora al zumbido sinfónico donde laten cantos de trino.
Mientras hojas
desnudas del otoño, preparan una hilada de infinito collar
para enrredarlo
en tu cuello de reina, abrazándote, así como el mar ciñó al istmo.
De tu boca
llega al cielo lo que en tu
corazón duerme y sueña
!Ah, mujer
silenciosa¡
Cierra tus ojos
de abismo para no eclipsar las rosas con tu sombra.
De LLUEVE EL VIENTO
EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito
según la ley 11-723- registro de autores.
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