lunes, 31 de marzo de 2014

EN TU SUAVE PIEL


Mi amante amada/
Como calman mis grises pardos
sus dolores repetidos
y los llantos de mis marrones penumbras
trocan sus colores
con mi cara reposando
entre tus senos de blanca almohada,
y el  inútil negro del día transitado
albeando en tus muslos de abono/

Mi azul desteñido de la noche
reposa en tus labios de hamaca
sus penachos de espina diluida,
el verde penetra los cajones de mis venas/
Los rojos encienden mis arterias,
y la sangre oxigena mis pulmones
cuando me inoculas con tu lengua estrafalaria
llevándote mis velas apagadas recogidas
a tus mástiles de territorio colorado/
Parece que una ígnea hoguera de abejas
dejara los colores necesarios en mi piel,
despiertas en mis tribus sus verdades
cuando duermo sobre tu alma,
donde la araña gotea su viejo rito pagano
de brillante saliva
mientras me retornas el lustre del bronce pulido/
Tu lengua despliega
su largo vestido de vapores/
Tu boca exprime el ámbar
hasta la noche que los luceros creativos
lucen su blanco espejo silente
en tu colmada piel de dulce agreste.






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