sábado, 25 de octubre de 2014

SUAVES TRINOS

En la recia tarde
fustigada de ráfagas,
el corazón céntrico del otoño
lleva entre los árboles danzantes veletas
al orquestado silencio de las almas.
En blancas nubes de pañoletas,
sonora caracola ebria,
rasgan violines las ramas caucas,
cual divina melodía del vino
a nuestro amor de latido sumergida.
La tarde muestra su pecho
de llama inclinada,
en sus brazos redondos de cráter,
sumergen su lava en el
volumen de nuestras bocas que
van preludiando un hurto anticipado
en la llegada del tardío crepúsculo.
En nosotros y nuestros labios de tramada guarida,
ocupamos el espacio de un amante poblado.
pleno de pájaros y de trinos en suave sacudida.





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