lunes, 12 de noviembre de 2018

CARICIA



Abre las sensibles palmas de sus nítidas  manos,
con labios frescos bebe en pedregosas fuentes
agua de transparencia vibrante como el legendario cuarzo,
levanta su frente mojada y un vuelo de pájaros rasantes

se adentra en la noche donde los dígitos del artesano,
moldean cántaros, venados azules cruzan puentes
amarillos, de lejos se oye el canto de un mirlo solitario
ebrio de luz platinada, fruto de un sol que los pastores

rescataron en el torrente del día purpura inclinando su cabeza,
en delicada red sedosa apoyó su mejilla en rosetones de brisa
que miran a los pinos mecerse bajo errabundas cometas.

Brotó un ángel dorado de tu rubial y venática cabellera,
posados en el arrebol de tus mejillas dos lunas ebúrneas sonríen
y a su rostro de Jacinto lo acaricié con mis dedos de cera.



De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU

Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.

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