En vela te halla el alba,
sueño entre los sueños eres
al volver tus ojos dulces del agua,
hay un perfil que domina tu mirada.
Irrumpen mis latidos en la previa
noche
cuando al oleaje de tu cabello
se dibujan luces y cánticos de
grillos,
entre rostros alisados
tu cenit es lienzo de badana
Interpelando silencio
como gotitas de lluvia golpeantes
en los cristales del iris,
Te miro dibujando acentos
de significantes en curso.
Y todo es tan liviano
como el asombro
de estar contigo irrumpiendo
por un instante del pasado,
con fulgores nos vamos yendo
hacia otra dimensión, sólo
un segundo atrás en el recuerdo
y allí estaremos
tan unidos como dispersos
tocando románticas cuerdas
de esta guitarra siniestra
que es el hoy de ayer vestido.
Un vacío entre dos pasos
y un porvenir
colgante del abismo.
Pendiente silencio es tu himno
rasgando vibrantes cuerdas
bajo telones de luceros
que vibran en ese fragmento renaciente
del instante,
como verdes alas de colibrí
zumbante. .
En la dimensión de tus cristales sin
aguacero
hay parpados en que me inclino
con un pretexto cualquiera.
Tu corriges los designios de la noche
con la intuición que te nombra.
Entre las flores del huerto y el
anhelado porvenir
eres mujer de jazmín
y entre las lloviznas que florecen
en las aceras con pétalos de fuego
tienes el alma barrial de cuidado
invernadero
donde van a dormir mis ojos tiernos,
tan ungidos a tus iris como a tus
manos.
.
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