Paráfrasis a E.Galeano
Un piojo
sueña comprarse una cabeza
con pelo
para hospedarse y comer holgazaneando
y nada
más al alcance que el cuero encrespado
del
ninguneado que levanta madrugadas.
Esperando
que llovizne a media asta sobre el pellejo gastado,
o una
lluvia furtiva de lodo les lave el hedor a cara desencajada.
Que el
azar baje en caída trayendo alguna changa
o un
rudo trabajo que el clasista ocioso desecha asqueado.
Salen a
la calle de puntillas sus pies planos,
apoyan al
cordón el pie izquierdo
y no por
ser cabuleros no pisan con el pie derecho.
Los
ninguneados de la sociedad, esclavos de casta paria,
corriendo
la liebre del estómago rebuscan del basural
o en los
imbornales la carroña que dejan las ratas.
Ellos no
son aunque estén, un punto vago de ausencia,
andan
más enjutos que un latón doblado de hojalata.
No
hablan lengua sino zafarrancho de jerga gutural,
tienen
la cara bronceada de juntar carbón para el caldero sindical.
No
tienen media ni agujeros en los zapatos,
descalzos
al fuego del tráfago se apoyan al hueso de los callos.
Son la
piedra diminuta y molida que la visión pre juiciosa no contempla.
Los
ninguneados no tienen rostros sino duros macetones en las manos,
se ven
como alabastro en disimulo que los ojos ajenos no visitan
y en
desordenado alfabeto los crédulos esperan que la gracia
simiente
germine en paramos infértiles de Creta balsámica entre los nardos,
pero
nunca llueve en la minucia corpórea ni una gota de escarcha.
Tan
jodidos que son más propensos a los templos de cábalas
que a la
religiosidad de catedrales donde el ansiado bronce toca campanas.
Más que
esencia de cultura son anotador de calle escriba.
En
relente glaciación de madrugadas cuando rastrean con su rodal
el
cartón bajo el agua que diluvia, con paciencia trajinan
la noche
con sus brazos convalecientes de neuralgias.
Los
ninguneados, usted bien sabe que caminan a su lado
o quizás
desconozca que cuando nos recostamos
ellos a
mitad de labor naufragan vacuos de algebraicas ciencias.
No
profesan arte ni artesanía sino toscas manualidades.
Son más
recursos humanoides o humanos en oferta,
guarismos
que toman forma en las rojas crónicas de gacetillas,
que no
entran en el compendios narrativos de legendarios,
cuestan
menos que el hambre que los mata,
duermen
en el rigor de las veredas y comen en ranchadas
de ollas
populares, no tienen ni destino ni oportunidades,
más que
un piojo metido en el negror grasiento de la cimera.
Los
ninguneados sirven al voto populista la bancada
de
mediocres oportunistas que no claudican tras la legalidad
el
dominio que los ampare en su corruptela avaricia vernácula,
mientras
los ninguneados mueren congelados antes que se dispare la bala.
De "Fuera del tiempo"
Ed, PALIBROS Hecho el Depósito según la ley
11-723- registro de autores.
Publicado en julio 2018-
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