domingo, 27 de octubre de 2013

LA FRONTERA DE MI VERSO

 

 

                                      Al limite del Infinito pasillo,

          hay un verso oculto, un adjetivo escondido.

            Hay un laberinto en la palabra que no hallo y
   un enigma profundo en el decir poético.
          Entre lo que busco y no hallo
En lo que veo y callo y
  Lo que digo y no sueño.
      Me sumerjo en el océano de las metáforas.
      cuando mi voz se disipa en vuelo de águila

Me ajusto al beso interno absoluto del poema
en la frontera del cuasi absurdo.
Hurgando en el mausoleo del pasado,
        con sabor a epitafio en los labios y sudor obeso en las palmas.
          En la frontera de la música coordinada
                   entre lo que escucho y escribo, apenas distingo lo real.
¡ Lo que veo es lo que sueño y sueños son lo que escribo ¡

                   Me acalambra el rictus y se me agita la turbulenta burbuja
                        de la pregunta inconclusa reposando en la nevera.
                  Decidir en el gélido pico del iceberg:
            ¿  La punta es lo que busco o lo oculto es lo que olvido y no escribo ¿
                             Quizás en la dimensión enorme de lo sumergido
                         La masa de hielo me lleve a la senda nómada
                       Del pasillo del verso poético y del laberinto
              emerja la palabra impalpable.
                              La idea y el reflejo tendinoso de escribir en poesía y
                                  deje de vagabundear entre las palabras.
                                  En mi entrecejo y mi habitáculo cardíaco reside el amor profundo

                        Que aun mi verso no ha conseguido.

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