Cuando veo el tren de la altura
cargando tu silueta a la lejanía...
Palpita al aire mi latido inútil
con roja tonada que arrastra el viento
a las moras cercanas del andén/
Largo estira sus metales,
en los vagones llevas mi sonrisa
y mi caricia va estampada delante
de los rectangulares furgones/
Me dejas el intimo lamento
de un corazón en rapto y secuestro/
Mis besos se enraízan al puente
y los curiosos ojos caminantes
ven mi cara de enamorado semblante,
hasta que el borrado dibujo
del móvil territorio te aleja de mis suspiros/
Mi sombra revive
como un alegre jazmín de tarde
cuando evoco tu intima palabra/
Mi rostro se deshiela
cuando siento el instante peregrino/
Vuelvo a mi antro solitario
llevando la memoria de tu geografía,
miro el reloj con ansiedad
y aguardo tu regreso de roja hidrografía/
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