Me apremia una larga acequia
De hechos con memoria
Y con laureles de aroma quieta
Retorno de blancas arenas
Escarcha intima de tu
prosapia
La flor del neroli
Tiñe los cobres incipientes
Seducen tus armas mis sienes
Secuestro mis puros pies con
dolores
Para que sus hedores no
regresen a ti.
Aun donde la muerte te llevo
con el madero
Inmola su paleta .de lejía
la presencia.
Invoco hermano a tu suerte
Que no sea de daga y
ausencia
Ni reconozca el frio de la
tumba
Que te lego la muerte
No compartimos vientres
Nos unió el amor de vivencia
En una morada de moneda
ardiente
Un huerto sin olvido de
claveles.
En un cielo eterno a ti
Rapté la madrugada de un mar
muerto
Que te llevó sereno...
Tus voces y tus ecos los
Llevo pegados en mis planicies.
Te opusiste hasta la última
sombra y
dirimiste la pelea en sus
postreros límites.
a jorge correia da silva. Amigo
de toda la vida que la vida lo abandono
pero conocio sus sabores.
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