sábado, 13 de octubre de 2018

LA MUJER DEL GOTAN

CALLE CAMINITO EN LA BOCA






Heridas mudas llevaba su alma dolorida,
cardos y espinas,
palabras flagelantes respiraban sus labios
Viva se oxigenaba orillando la muerte.
El borde del riachuelo pintaba colores de Quinquela.
Era la Boca el cubilete de su suerte,
en esas paredes multicolores el tango en presagio
de flores fallecidas revestía sus planicies.
En su albricia oía la luna sonar maúllos de gatos
cuando la sombra densa ere desértico estepario.

Masticaba sus pecados entre puertas sedientas.
Entre brazos errantes de hombres,
ente promisorias palabras de falso enamoramiento.
Bajo la mirada de antiguos puertos
la farola se esfumó como la calidez del abrazo.
Estaba repleta de deseos, tras un amor conquistado,
la catarata de su sonrisa era solo adoquín de barro
que se diluía como ese sabio tango de percanta
en una floja baldosa que torció sus flores.

Ya eran retoños fallecidos sus ramos en el camastro
evocaba su cuna donde escuchaba viejas voces del barrio
y sus labios expulsaban el dolor de ingenuos pecados
Hasta que la Boca, su barrio, le bailó un tango
en la húmeda madrugada que su cuerpo tocó el fango.

Su camino erró el destino de un gotan con compas de abasto
y la barriada de las callecitas turísticas le dejó un sonido estrafalario.


Todos los derechos registrados en Safe Creative & Published Word Press Poetry

No hay comentarios:

Publicar un comentario