sábado, 13 de octubre de 2018

UN JACINTO EN SUS PUPILAS



El diáfano reino del atardecer impera
sobre el trono azul donde brilla el jardín.
La calma verde desnuda
haces del otoño perfecta primavera.
Rmbarinos girasoles a Latoya circundan.
Revuelo de migrantes golondrinas.
urden cometas con bejucos de riberas.

Sobre cerros cristales de nubes depuran
abrir de claros huecos campanas vesperales repican.
Vastedad de nieve al mirar cautiva cellisca
desciende gravitacional laderas al sol diluidas
y decoran níveo algodón aldeas
donde los parpados de Latoya dormitan.
Mira imaginario espectador, la conglomeración rosácea
se aúna a un cañaveral de tulipas donde se pierden grises sombras.

Luciérnagas escriben en la oscuridad su nombre,
grillos entre piedras corean el compás de su himno,
desde el fondo de la tierra estallan letras que a su encanto glorifican.
Claridad que transparenta la densidad opaca,
rueda el oro en sus venturosas mejillas.
Este atardecer cuasi oscuro obsequia roja sangre de tulipas
y en sus arreboles se espeja el Jacinto incrustado en sus pupilas.





De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU

Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.

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