En cinco aristas de estrella
espero explote el poema equilibrado/
Que todo lo que roce el agua
madure como el peral
en tu íntima risa que desconoce el vecino/
Tu caricia de rocío
dibuja el prematuro estío
y tus ojos de orbita medialuna
arrastran la música del otoño
al espacio donde en tus inocentes manos
caen las notas
a tus pies de cristal desarrollado,
lenes como seda depurada/
Como una lana artesana/
Vibra tu aliento a licor
de embriagante estirpe
y tus venas enamoradas
pronuncian repetidas frases
que en mi corazón viven y cantan/
De todos los incendios
que sopla la vida/
Tu fuego celeste es…
El mayor
abrazo ardiente que me han dado.
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