Es en
ti, pequeña, trémula rosa mía.
Donde
la caracola
vibra
dulce sonido de laúd
de lo
profundo de la tierra musical.
Es en
ti, transparencia del agua desnuda-
Armada
en armonía,
con tú
vientre de arena en la playa recostada.
Hay un
rayo de espuma
en la
luna que contigo dormita,
Aun no
diviso la última ola
bajo
las estrellas que pierden su forma
y ya
navego a tu lado,
con
moras en los labios,
rumor
sigiloso de laguna
en mi
palabra balbuceante.
Así
llegué de la sal oscura.
- en
las velas azotaba la sangre sus lados-
Llegué
dorado a palpar tus esferas de uva
y en
tus pies de luminoso estandarte
le
heredé las sales de mi boca.
Llegué
con mis palmas en copa y enjambre.
comprimiendo
el jugo de los panales.
Toda
mi mano te halló pulida
y
parece que mis palmas se
suavizaran
al contacto
de tu
piel de finos cañaverales.
Cuando
cerré mis brazos de herradura
te
sentí mujer de única moldura.
Todos
los derechos cedidos a editorial PALIBROS
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