sábado, 28 de junio de 2014

PENSIÓN ESTUDIANTIL----------------------------------------------------------------


Que tiempo duro y tan feliz

Recorrí tus calles con mis pies anhelantes y
libros bajo el brazo,
con el afán de querer ser alguien
Con los sueños de los poemas
en la mano y el onirismo poético de Pablo
anclado en mi pecho de poeta malogrado

A la distancia ahora te extraño

Mi dulce pocilga húmeda de sueños perseguidos

Donde en un cuarto las sábanas mojadas

Se nos pegaban hasta los huesos.

Extraño tu piel de baldosas flojas
y tus cauces de cemento
ardiendo en los pies del verano vacacional
del estudiante sin vento ( dinero).

Disfrutando tu paraíso de soledad
cuando las oficinas te abandonaban.
Sábados y domingos de mates y comentos,
de sornas irónicas burlando al futuro.

Hoy he conseguido algo de lo anhelado,
pero sigo como padre alejado de su cría,
por ese hijo que me dejaste
al que llamé melancolía
cuando fuimos amantes de

un affaire en osadía

en ese bulín de pensión
en Ecuador y Arenales.

Como te extraño.
Querida Buenos Aires.



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