Bebamos juntos mago del verso
hasta que tus cuartos azules
de Granada
transpiren moras de uvas.
Llevemos el Canto General
de tus honradas putas
con el asombro de dos
náufragos ebrios
y el crepitar de patas de dos
buzos ciegos.
Anclados en puertos de muslos
blancos,
con ancho paso de rosa
engordada
al borde delgado de la cepa
acariciarle la cintura.
Trae tu entusiasta honda para
abatir los dientes de la
tiranía.
Llueve esos crepúsculos
donde el cristal sorbe la
risa
y la copa sube su distancia
infinita,
donde lloran mosto los
pistilos del otoño.
Con tus dedos de labrador
haremos
la sucursal que siga
socavando
el vientre de la tierra,
germen de palabra sin
mensura,
donde el naranjo chorrea
sangre de durazno.
Te robaré a escondidas el
alimento de la espiga
en asalto pirata a tus barcos
oceánicos,
donde el salitre alimenta su
metal de pura sal elaborado.
Como una saeta artesana de
pueblo
vuela tu sueño libre poeta
pataleando nada mi agua
inquieta.
De tu Isla Negra traigamos
la tormenta que dejó el
suspiro en Tahití,
y que calmen nuestras sedes
errantes.
Trae tus imprescindibles ojos
de lupa gigante
ocultos en bibliotecas de tus
poemarios
donde reposan hojas verdes
con puntas ígneas de lanzas.
Baja ahora compañero de tu
celeste cuarto
hasta que la memoria del olvido
siga recordando tus letras
eternas.
Ven con tu amor de avasallo,
las ruedas de tus trenes
Andino
navegando los
transatlánticos.
Trae tu Amor de Urrutia y
carne.
Amor de Matilde en verso…
Compañero...
Traigo otro vaso de tus
parrales
para armar una ebria ronda de
odres y fogatas,
compartiendo la copa de los
licores.
De LLUEVE EL
VIENTO EN LOS TEJADOS- Publicado en
julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK – EEUU
Hecho el
Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
Todos los
derechos registrados en Safe Creative & Published Word Press Poetry

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