viernes, 30 de noviembre de 2018

EMBALSAMADOR DEL SUEÑO



En  las rígidas noches, cortés embalsamador,
mis parpados anhelan ocultarse de la luz.
Cierra con sutiles dedos de indeleble espuma
envoltorios de penumbras en un capullo celestial.

Líbrame de todo el ayer que va cayendo,
la oscura voluntad del insomnio inquisidor,
obtura mis ojos de ansias en un arca de paz
y derrama sobre el lecho los dones de tu amapola azul.

Este abatimiento es un invisible tejido de cruz.
Derrumba las torres de impronta arrebatadora,
hurga con tus dedos los más recónditos engendros
y sostenme, blanco embalsamador,

en un sueño plácido de ternura angelical.

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