jueves, 29 de noviembre de 2018

LOGRAMOS






Tiembla amada...
Cada mañana félida que vivimos

como un verano de tigres devorantes,

lastimados en garras rojas

como la huella del surco arado en la tierra/

El puente une sus cejas pobladas de palomas y

estira su elástica madera

de tu palma a mi mano/

Halla al mediodía

el pétalo de tu piel apergaminada,

la pintada gacela camina su quietud

en tu cintura de perfecta acuarela...



Pincel de tu amor...

Amor que no entiende de fatigas

ni reconoce el espanto

cuando la tarde va entrando

su ultima ventana de crepúsculo menguante/

La noche cierra sus puertas anticipadas

en nuestro cuarto donde las bocas reviven...

Bocas...

Bocas nuestras de profundo fondeo,

van levando sus anclas de puerto conocido/



Las bestias animales escriben nuestro cuerpo de página

y como casales pingüinos devoramos la Antártida,

porque nuestra brújula de fuego no equivocó su camino/

La noche resume en visible cuarentena

mientras la vida escoge su minuto selecto

al reloj de una equilibrada ruleta,

que segura lanza su bolilla de magia y

va quedando tu vertical grieta calma,

cuando confías tus sueños de enardecida violeta

a la segura puerta de mi verde pecho,

instruido en las hierbas de septiembre/



¡Amor!

Logramos que el frío julio agote su pulmón de planeta...


En el país que lleva nuestros nombres repetidos.

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