viernes, 30 de noviembre de 2018

para mi libertad tus alas- poema destacado en la uhe







Blanca mujer, mansedumbre conífera.
Al acecho mis manos andan con gracia persistente
sendas donde se abren tus colinas.
Arando tus planicies de pubis fresco socavo galerías.
De mí huyen las bestias, pájaros trinando enmudecen
cuando por las noches eres mia
y la soledad se apaga con tu nombre
como dos columnas de luces.

Mujer, risa de banquete prístina.
Andar de llama ardiente en las cumbres.
Tu piel es de plumaje real. y tu corona...
Tu corona, de reina.
la poso mi beso en tu cabeza.
¡Ah. Mujer mia, la de los Balcanes sedientos ¡
El amor me inunda y estalla mi voz
de gruta arenosa al decirte:
Para tu libertad bastan mis alas.
Para mi corazón tu vuelo.

Blanca mujer de almibarado aliento
vocifero en hélice huracanada
que el sol renace tras tus pestañas
cuando la luna aletea tus ojos en infinito collar de letargo.
Paciente aguarda tu sueño,
oculta tu contorno enmudecida a tu presencia.
Al ocaso, el rocío espeja tu mirada
y por tu boca emerge un crepúsculo de voces.
Los cauces de mis venas hinchadas explotan
y mi sed eterna de roble contigo calma.

Tremola infinita de paisajes con chispazos,
los dos cuerpos bajo la miel del bresco derrotado
galope de savia entre noctámbulas azucenas
gravitamos con la delicia de un cometa entre las manos

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