martes, 29 de abril de 2014

AMADA SILVESTRE, BAJO UN SOL ETERNO


Amor…
Te dejo mi legajo mínimo de ausencia,
inmerso en todo lo que me diste.
Fui tu amor llorando entre tus brazos y
el niño gimiente en tu nido de regazo.
Corazón y pecho como el horno suculento
 cociendo el pan al barro.
Para mí eres la obertura de los polos.
                                                  Sur a norte tu risa.
            El oriente amanece con tus ojos y
                             el poniente emerge del suspiro de tu pestaña
Tu y yo llegamos
con las marcas de zonas duras de vida.
De llanuras cavernarias y caníbales
donde la tierra fue de martirio.
Toda tu celeste pintura
traías desparramada en tu piel erosionada.
Perfumada la arcilla sangrante de tus pies sufridos

Sin embargo cantabas y reías
con las flechas partidas
hincadas en tu corazón de guerrera, y
en tu cuello tatuado de labios,
mi beso te coronaba en medallas.

Para mí eres picante como el ají  y de tecla
como dientes de piano
sonriendo al blanco y negro de las escalas,
donde cae la música en manantial
por tus rodillas de asombro..
Sigue mi vencedora la tierra del amor
plantando tus huertos
traídos del brillo de los bosques sin edades.
Porque tus labios de carne son mi sangre roja de follaje, y
cuando rozo tu boca de campanario
                   se me pierden los dolores en los repiques.

Te debo la primavera irrumpiendo al otoño, y
la elegante uva de nuestro paso de encuentro..

Te lego mis besos de otoños
donde la muerte rebusca sus victorias.
Te regreso los cerezos al borde de la vida
Y tu, amada mía...
Caminando mi alma emotiva en sigilo.
Sigue bajo el sol eterno y silvestre
de nuevas primaveras convividas.


Todos los derechos reservados en Safe Creative



No hay comentarios:

Publicar un comentario