martes, 29 de abril de 2014

CON LOS IRIS ENARDECIDOS


Se escapa por su boca
un encordado de sueños,
lloran las cuerdas del arpa
como el agua gravitando sus mejillas.

Urde una telaraña de sinfonía
para pescar mis suspiros.
Es mi bien amada
la que flota en mi alma.

Tiene dos balsas de labios,
un rosado foso de garganta
donde su lengua se escapa
de la cisterna de su boca.

Con sus labios de braza
y viable madero
de roce ansiado,
en mi desértica boca
planta palmeras de oasis
con su aliento.

Arma pérgolas rojas en el lecho,
suena el reloj de la hora
en los instantes de la gloria
pero ella regresa en luna plena
a remontar el placer en aurora/

En paráfrasis amplio incorpora el deseo
precipitándose al torrente descalza
con sus pies mojados de infinito rio,
toca mis sentidos de ascuas
y somos dos rayos parpadeando
con los iris enardecidos apagando la sombra/




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